En Zapatos Ecco Shoes sabemos que las afecciones podológicas son más comunes en mujeres que en los hombres, las féminas suelen someter a sus pies a situaciones difíciles hasta el punto de deformarlo y hacer que aparezcan tanto callosidades como juanetes. Por eso, en esta oportunidad, queremos mostrarte una información que seguramente te hará dudar de seguir usando zapatos incómodos o de mala calidad, quédate con nosotros y entérate de qué trata el pie equino.
¿Qué es el pie equino?
No es más que la limitación de poder flexionar el tobillo y doblarse con libre movimiento, este padecimiento puede darse en los dos simultáneamente o en uno. Las personas que sufren de este tipo de enfermedad, se le hace imposible alzar la parte superior y colocarlo hacia el frente de la pierna, cuando esta limitación se presenta en ambos, siempre hay uno que tiende a doblarse menos que el otro. Es importante que si sospecha de esta restricción, asista a un médico, porque al igual que con el pie cavo, puede desarrollar una fascitis plantar
Debido al esfuerzo que hacen las personas con este tipo de afección, terminan desarrollando otras dolencias, como por ejemplo: en la espalda, pierna e incluso en el otro pie, debido a que al caminar, hacen mayor fuerza y el equilibrio tiende a concentrarlo en los puntos que mencionamos, también están los que sin darse cuenta, la estabilidad la encuentran en las rodillas y caderas, sin querer y sentir, la doblan de forma anormal, causando fuertes daños. Para lograr disminuir los efectos del pie equino, lo ideal es poder aplanar el arco o que el paciente logre bajar el talón, ejerciendo mayor presión en la parte delantera de pie.
Razones más comunes de su aparición
En la mayoría de los casos este inconveniente, puede deberse a que el tobillo adopta una inflexibilidad, una de las razones es por usar zapatos ajustados o de tacón alto por tiempo prolongado. Recordemos que las damas que acostumbran a pasar muchas horas diarias con este tipo de calzado, sin saberlo, están limitando a que el tendón de Aquiles realice sus movimientos regulares y al final del día puede padecer de este tipo de agarrotamiento, es importante que considere regular el uso de los tacones, porque al usarlos, no solo está propensa a padecer del pie equino, sino también de desarrollar dedos en forma de martillo.
Si tuviste un accidente donde era necesario la colocación del yeso para reafirmar o curar algún hueso fracturado, posiblemente pasaste mucho tiempo sin movilizar estos músculos y producto de ese reposo absoluto, es este padecimiento, la diabetes también puede ser responsable de esta limitación, o haber sufrido de algún accidente cerebrovascular, otro aspecto importante que influye en la rigidez del tendón es que haya nacido con esta limitación.
Evaluación del médico para detectarlo
La mayoría de las personas que padecen de esta restricción, no saben que la tiene, normalmente la relacionan con un problema de flexibilidad congénita o porque tal vez al realizar un mal movimiento, el tendón o los músculos del pie se vieron lesionados. Sin embargo, quisiéramos recomendarle que si se sospecha de su existencia, asista a un médico a fin de que le diagnostique el problema en su pie.
Los especialistas pueden evaluar la capacidad que tienes de mover el tobillo teniendo la rodilla ligeramente flexionada, con este pequeño estudio, lo que se busca es verificar qué tan rígido está el pie y si algún hueso está afectando la movilidad del tobillo, dependiendo de los resultados observados por el médico, lo remitirá a un neurólogo o le mandará tratamiento. Debido a este padecimiento, puedes desarrollar otras afecciones podológicas, como por ejemplo: juanetes, pie plano y periostitis.
El procedimiento que sigue a continuación es usar tablillas por las noches, la función de este método es reducir la rigidez de los músculos, en el caso de las mujeres si usan zapatos de tacón muy alto, la recomendación del médico será que evite usarlos. Asimismo, mandará a usar tacos dentro del calzado para ayudar a levantar los talones para que el talón de aquiles se motive a moverse con la flexibilidad regular. Dependiendo de la gravedad del asunto tu médico optará por este sencillo tratamiento o te recomendará realizar un cirugía, para erradicar de manera completa esta afección.
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