Gran parte de los problemas en los pies de los adultos comienzan al usar el calzado inadecuado durante la niñez. Desde tu web para comprar zapatos Ecco te contamos cuáles son los errores al elegir los zapatos colegiales de los niños. Una decisión que influirá en su buen desarrollo y le evitará problemas a futuro.
Lo que debes saber sobre los zapatos escolares
Un niño saludable es activo y mientras esté en el colegio encontrará momentos para jugar, correr y patear pelotas. Y cuando no, pasarán una buena parte del día tan solo andando de un lugar a otro. Toda esta actividad recae sobre sus pies, que pasan más 30 horas a la semana dentro de los zapatos colegiales.
Durante esta etapa los pies están pleno desarrollo. Desde que cumplen los tres años de edad, los pies de los pequeños crecen el doble de su tamaño cada seis meses, incluso en menos de ese tiempo, si el pequeño crece muy rápido. Por lo general, los pies de las niñas crecen hasta los 14 años, mientras que los niños siguen desarrollándose un par de años más.
Esto quiere decir que los zapatos para el cole les durarán, cuando mucho, un año escolar. Esto si no se deterioran con el uso diario. Si tu hijo ha roto el calzado a mitad del curso quizá sea porque no es de calidad.
Cuando esto suceda no caigas en la tentación de comprar unos más baratos “porque igual los va a romper”. Al contrario, invierte en un buen calzado, de un material resistente, con costuras dobles, suela de goma y antiresbalante. Esto ayudará a que le dure más tiempo.
Tal y como sucede con los adultos, el pie de los niños se expande el 10 % -equivalente a una talla- por la actividad física del día. Durante el reposo vuelven a su tamaño normal.
Otro dato interesante es que el peso de los zapatos colegiales niña o niño cambia dependiendo su actividad. Mientras caminan doblan su peso, pero cuando corren pueden llegar a pesar hasta seis veces más.
Errores al elegir los zapatos colegiales de los niños
Por todo lo anterior hay que ser cuidadosos al comprar zapatos colegiales. Se debe elegir un calzado que sea ligero, cómodo flexible y resistente. De lo contrario, contribuirá a que el pequeño tenga problemas en los pies a corto y largo plazo.
Algunas señales de que no están usando el zapato adecuado son dolores constantes en los pies o las piernas. Las uñas irritadas o enterradas, caídas constantes y el desgaste desigual en las suelas. Las consecuencias cuando llega a la edad adulta incluyen la aparición de callos y juanetes.
Entonces, ¿cuáles son los errores más comunes que cometen los padres al comprar el calzado de colegio? Aquí te los decimos para que sepas qué evitar ahora que se preparan para iniciar el nuevo año escolar.
1. Comprar tallas más grandes
Si bien los pies de los niños crecen muy rápido, comprar zapatos que les quedan grandes es un gran error. Aunque creas que estás ahorrando dinero, con el tiempo es peor. Andar con ellos será incómodo para el pequeño. Le puede provocar caídas, lesiones y problemas en la espalda o las rodillas. Sin contar con que los mismos zapatos se pueden deformar al tratar de ajustarlos al tamaño del pie.
Lo correcto es medir bien el pie del niño y que este se pruebe los zapatos antes de comprarlo. Debe hacerlo con los mismos calcetines que llevará al colegio.
2. No tomar en cuenta la forma del pie
Los pies de cada niño son únicos y hay que detallarlos bien para elegir el tipo de zapato más adecuado. Es posible que necesiten un calzado para pie plano o, al contrario, que tengan un arco muy pronunciado.
También hay que fijarse en la longitud de los dedos. Si tienen pie griego, egipcio o cuadrado necesitarán un tipo de zapato distinto. El calzado debe brindar la protección que necesitan, darles estabilidad y amortiguar la pisada.
Además, deben ir con la anatomía del pie. La parte delantera debe ser amplia para que los dedos se muevan con facilidad. El área más ancha del calzado debe coincidir con la más amplia de los pies.
3. Elegir el material inadecuado
Las mejores marcas de zapatos escolares los fabrican con piel natural. Este es el material ideal porque se adaptan mejor al pie de los niños. Para el forro también es recomendable el cuero porque facilita la transpiración.
En el caso de las suelas los más recomendables son las de goma. Es importante que sean flexibles y antiresbalantes.
Además, los zapatos deben tener el talón y la puntera reforzados con goma. Esto ayudará a proteger mejor el pie durante todo el día. Resistirán mejor a esos golpes inesperados.
4. Comprar zapatos con cierres de goma
Evita comprar zapatos que se ajusten con gomas al pie porque estas se terminarán dañando. No son recomendables para usarlos a largo plazo, de hecho los podólogos indican que es mejor elegir otros tipos de cierre.
La goma puede generar varios problemas. Si se estiran el ajuste no será preciso, quedarán flojos. O, al contrario pueden apretar mucho el pie.
Los cierres más adecuados son los cordones y el velcro. Estos además de ofrecer una buena sujeción al pie también son más fáciles a la hora de ponérselos.
5. Usar zapatos de segunda mano
Bien sea que los vayas a comprar usados o que tu hijo los herede de su hermano mayor. En ningún caso es aconsejable usar zapatos que haya usado otra persona. Y mucho menos en el caso de los escolares, porque al pasar tanto tiempo con ellos puestos ya se han amoldado al pie.
Como dijimos, cada pie es único. Unos zapatos que se hayan desgastado con el dueño anterior le generarán problemas al otro niño.
La próxima vez que vayas de compras con tus hijos evita estos errores al elegir los zapatos colegiales de los niños. Es importante asegurarse que le quedan bien, que son de buen material y resistentes. Sobre todo, que sea un calzado de calidad, así garantizas una buena inversión y los pequeños estarán más cómodos y seguros.
Fuente infografía
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